Senderismo por el País de los Cátaros. 

El Camino de los Buenos Hombres. 

Segunda Etapa: Gósol - Bagá 

15 de agosto de 2019

Al contrario de la etapa anterior, la segunda etapa que vamos a realizar es más corta en distancia, pero de mayor altitud, lo que se convierte en una ruta muy exigente con 1200 metros de desnivel en descenso. Desde la base de la colosal Pedraforca hasta el Valle de Bagá. esta ruta transcurre por prados y pastizales pobladas por numerosas cabezas de ganado que pastan serenamente sin inmutarse por nuestra presencia. Estos animales pueblan un territorio donde se encuentran paisajes de increíble belleza. Caminaremos en un constante descenso por frondosos pinares hasta alcanzar el final de etapa en el bonito pueblo de Bagá.

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Actividad/Senderismo

Distancia recorrida: 23,67 kilómetros
Altitud min: 729 metros, max: 1927 metros
Desnivel acumulado: Subiendo: 538 metros, bajando: 1163 metros
Grado de dificultad: Moderado
Tiempo: 8 horas 30 minutos, (con paradas incluidas)
Fecha: 15 de agosto de 2019
Finaliza en el punto de partida: No. Ruta lineal
Coordenadas: 3559
Recomendaciones: Llevar calzado y ropa adecuada. Consultar el parte del tiempo antes de iniciar la ruta. Llevar abundante agua o consultar los puntos de abastecimiento.

   

Vídeo editado por el Rincón del Viajero: https://www.youtube.com/watch?v=4uWE49XUyE0

Iniciamos la segunda etapa partiendo desde la Plaza Mayor de Gósol para tomar la calle Carrera de Picasso que nos llevará a la plaza Agustín Pedro y Pons. En esta Plaza giramos a la izquierda tomando la Carrer de la Cerdanya que nos sacará del pueblo para enlazar con el GR 107.

Gósol es un municipio de la comarca del Bergadá perteneciente a la provincia de Lleida, perteneciendo también parte de su municipio al Parque Natural del Cadí-Moixeró. En este municipio se emplaza el Castillo de Gósol construido en siglo XI, siendo un importante enclave en la ruta del camino de los buenos hombres. Incluye dentro de su recinto los restos de un núcleo de población, que se conoce como Vila Vella, abandonado en favor del pueblo nuevo al pie del cerro.

Salimos del núcleo urbano tomando un camino ascendente que transita por la ladera oeste de la Sierra de la Muga, cuya altitud alcanza los 1645 metros. Transitando por este serpenteante camino veremos un extraordinario ecosistema poblado de bosques de coníferas, formado por abetos y pinares de pino negro y pino silvestre, con un sotobosque de alto valor botánico.

Vamos ganando altura conforme avanzamos viendo de vez algunos claros en el bosque que nos muestran unos bellos paisajes de esta vertiente del Parque Natural del Cadí-Moixeró. En estos lugares no es difícil encontrar algunos ejemplares de rebecos o gamuzas. Ocasional mente también se pueden ver corzos o ciervos que, aunque estaban casi extinguidos desde hace algún tiempo, vuelven a poblar este territorio gracias a las actuaciones de reintroducción que se han llevado a cabo.

Pronto encontramos el área Recreativa de Font Terrers, Por ser cercana a Gósol es un área muy frecuentada por muchos excursionistas, además de ser punto de partida de numerosas excursiones.

En este espacio vemos media docena de maesas de madera y barbacoas, habiendo también una fuente que da nombre al lugar. Ésta se encuentra a la derecha, justo al principio del camino que debemos tomar. Aunque las reservas de agua que llevamos aún están intactas, paramos un rato para beber y rellenar en la fuente el agua consumida.

Tomamos el camino que parte de la fuente tomando dirección norte. Un poco más tarde tomamos otro camino a la derecha que nos meterá de lleno en un bosque no muy frondoso y que sube a la Sierra de la Portella por su ladera norte. A partir de aquí encontraremos diversas puertas para que no escape el ganado de las fincas ganaderas. Estas puertas las debemos dejar cerradas siempre a nuestro paso ser respetuosos y solidarios con los ganaderos.

Tras pasar por el arroyo de la Coma de los carners, continuamos la ruta llegando a un paso entre montañas que nos da paso a la loma de la Portella por el collado del Verdet. De esta forma nos vamos poco a poco acercando al mayor punto de altitud de la etapa.

Como vamos viendo a lo largo de esta ruta el abastecimiento de agua está garantizado por la gran cantidad de fuentes y manantiales que encontramos a lo largo de estas etapas. En esta ocasión encontramos en el camino la Fuente de la Roca, un manantial de agua fresca en la que paramos un instante para refrescarnos.

Tras cerrar a nuestro paso la puerta de otra finca ganadera, tomamos un camino que transcurre por un extenso pinar que nos llevará a la pista de Josa de Cadí al Collell. Al instante y cruzando esta pista, encontramos otra que se sube al cuello de la Balma y que se une con el anterior un poco más a la derecha.

Es justo al desembocar en esta pista cuando se presenta ante nuestros ojos la espectacular imagen de Pedraforca, una enorme montaña rocosa con una forma piramidal formada por dos cimas separadas en forma de U separadas entre sí por un collado descomunal. La cima norte está compuesta por dos picos: el Pollegó Superior (2506 m) junto al Calderer (2505 m). La cima sur la conforma el Pollegó Inferior (2445 m). Las poblaciones más cercanas son Gósol y Saldes. En 1982, fue declarado paraje natural de interés nacional por el Parlamento de Cataluña.

Tras una parada para observar este gran monumento natural, seguimos la ruta por la pista en la que nos encontramos a la izquierda tomando dirección al centro mismo del cuello del Collell, donde alcanzaremos 1898 de altitud, el punto más elevado de esta etapa.

Mientras tanto, nos deleitaremos viendo a cada paso unos extraordinarios paisajes de verdes valles y altas montañas donde pasta el ganado a sus anchas sin inmutarse de nuestra presencia.

 La gran Cruzada Relámpago

Entre los años 1209 y 1244 el Papa Inocencio III, con la ayuda de los reyes de Francia llevaron a cabo la gran cruzada albigense, (conocida como la campaña Relámpago), un cruel conflicto armado creado con la finalidad de exterminar a la fuerza la doctrina cátara expandida por Europa Occidental a partir del siglo XI, sobre todo en el suroeste de Francia y la región de Languedoc. La cruzada, que se llevó acabo en varias fases enfrentó a las fuerzas católicas del rey Felipe Augusto de Francia con los ejércitos de los condes de Tolosa. La intervención de los ejércitos de Simón de Monfort fue muy importante sobre todo en la batalla de Bezier donde se llevó a cabo una cruel matanza.

Simón de Montfort, quinto conde de Leicester, conde de Tolosa, vizconde de Béziers y del vizcondado de Carcasona, fue el principal protagonista de la Cruzada albigense aceptando ser señor de las posesiones de Ramón Roger de Trencavel. En julio de 1209 pasó a liderar militarmente el ejército cruzado atendiendo el llamamiento papal por ser un buen estratega militar y un declarado defensor del catolicismo. Según los datos históricos, Simón de Montfort se mostraba como un hombre cruel y despiadado en el campo de batalla, como muestran las crónicas relatadas sobre la matanza de Bézier, donde fueron masacrados a gran parte de una población de veinte mil habitantes, entre ellos ancianos, mujeres y niños. Tras este terrible genocidio, Occitania y Narbona entraron en pánico y se rindieron en cuanto ce acercaron los ejércitos cruzados. Más tarde, tras las negociaciones entre los cruzados, el vizconde de Trevenquel, cuñado del rey Pedro II de Aragón, el cual también acudió a mediar, Cacasonne capituló a condición de dejar salir de la ciudad al vizconde de Trencavel con doce acompañantes.

Después de la toma de la ciudad de Bézier, la masacre ocurrida crea un sentimiento de rechazo hacia la cruzada. Así, después de la caída de Carcasona, Raimundo VI y los cónsules de Tolosa se niegan a entregarle a Arnaldo Amalric los cátaros refugiados en la ciudad. Como consecuencia, el legado pronuncia una segunda sentencia de excomunión contra Raimundo VI y lanza un interdicto contra la ciudad de Tolosa.

El 12 de septiembre de 1213, en la que el rey aragonés, defensor de Raimundo VI y de los poderes occitanos, es vencido y asesinado. Acto seguido, Simón de Montfort entra en Tolosa acompañado del nuevo legado papal, Pedro de Benevento, y de Luis, hijo de Felipe II Augusto de Francia. En noviembre de 1215, el Cuarto Concilio de Letrán reconocerá a Simón de Montfort como conde de Tolosa, desposeyendo a Raimundo VI, exiliado en Cataluña después de la batalla de Muret.

Al día siguiente la batalla de Muret sería un capítulo más que provocó la desaparición del movimiento cátaro. Un poderoso ejército de aragoneses, catalanes y occitanos encabezados por el rey Pedro II de Aragón se dispone a luchar junto a los ejércitos cátaros contra los ejércitos cruzados. Esta vez el rey católico no mediaría entre el catolicismo y el catarismo enfrentándose en esta ocasión a las huestes de la Santa Cruzada. Pedro II ya tenía una gran experiencia militar al vencer en las Navas de Tolosa en la lucha contra los musulmanes, pero al no contar con el apoyo de las tropas y órdenes militares de élite cristiana no preparó su ofensiva para aplicar la misma estrategia que empleara con Sancho VII y Alfonso VIII de Castilla.

Pedro II cambió su posición en la batalla dejando a Raimundo VI de Toulouse y las tropas occitanas a su espalda, decidiendo combatir en segundo lugar tras el Conde de Foix y soldados catalanes y no esperó a las tropas catalanas que llegaban en su apoyo desde Perpiñán. Este desacertado movimiento provoco su derrota, aunque según a juicio de algunos historiadores, la batalla se perdió al romperse las reglas de caballería de la época por el envío de asesinos al campo de batalla con la misión de matar al rey. Con este suceso la victoria de esta batalla se inclinó a favor de Simón de Montfort, sobre todo por la huida de las tropas del Conde de Toulouse que no llegaron a entrar en la lucha ante el firme avance de los ejércitos cruzados.

Con el rey fallecido y los ejércitos cátaros vencidos se abre una grave crisis política que pone fin a la expansión del territorio francés, sobre todo por la entrega de Jaime I, único heredero de la corona a la orden templaría para ser educado por estos, por orden de una bula papal. Con la desaparición de uno de los principales aliados del movimiento cátaro empezaría el declive del catarismo hasta su exilio.

Empezamos desde aquí el continuo descenso que nos acompañará hasta el final de etapa. Es aquí donde la Sierra del cadí nos ofrecen unos increíbles paisajes del Valle de Gresolet con unas impresionantes imágenes de la cara norte de Pedraforca, considerada como un ícono del montañismo catalán y uno de los parajes más bellos del Parque natural del Cadí-Moixeró, además, sirviendo de frontera entre las provincias de Lleida y Barcelona.

Por la pista que llevamos conforme descendemos, se irán sucediendo la aparición de otros paisajes que nos dejarán maravillados. Pronto se cerrará el paisaje con la aparición de frondosos bosques que nos darán cobijo y sombra, ya que a estas horas de la mañana el sol empieza a calentar.

Seguimos nuestro suave y largo descenso por la pista que llevamos alcanzando el Coll de la Bauma. En este paraje, a la izquierda existe un Área recreativa con una fuente donde se puede para a descansa. También puede ser un buen lugar para que en caso de emergencia se pueda vivaquear. Nosotros elegimos seguir al no tener necesidad de reportar agua hacia el Coll de la Bena.

Antes de llegar al Coll de la Bena encontramos un cruce de caminos donde una de las pistas de tierra, la de la derecha, se convierte en asfalto dirigiéndose a la localidad de Gisclareny y Bagà. Es en este punto de la etapa donde abandonamos la pista que llevamos para iniciar un fuerte descenso por un camino forestal.

Para continuar la ruta nos situamos en la fuente que está emplazada junto a la pista por donde llegamos. Frente a ella y paralela a la carretera asfaltada que se dirige a Bagá, transcurre un serpenteante camino que debemos tomar y que nos llevará en un fuerte descenso hasta el valle de Bastareny.

Este camino que acabamos de tomar será la tónica dominante hasta alcanzar el cauce del río bastareny, y evita las muchas curvas de la carretera que paralelamente va en el mismo sentido del que llevamos. La sombra del bosque y el frescor del sotobosque romperá la monotonía de una pista que se nos estaba haciendo larga.

Seguimos descendiendo por el bosque en un constante cruce con la pista en la que de vez en cuando habrá que tomar para continuar. Se alterna así el caminar por pista con el camino cerrado entre densos bosques.

De esta forma alcanzamos una casa cercana al camino que llevamos y que aprovechamos para parar y comer unos instantes. Se trata de la masía abandonada del Puig de Bagá, Su pared norte nos ofrece una buena sombra para descansar en ella.

Tras el descanso reanudamos la marcha. Salimos de la pista que llevábamos tomando un camino que se encuentra a la izquierda de la masía y que va descendiendo de nuevo hacia el norte entre el frondoso bosque.

El camino que llevamos, por fin alcanza el valle desembocando nuevamente por la pista, que esta vez transcurre paralelamente al Río Bastareny. El caucede este río discurre por sitios de excepcional belleza, teniendo su nacimiento en las fuentes del Bastareny o del Adou, a 1.077 metros de altitud. Es un nacimiento a tan solo seis kilómetros de Bagá, en el Alt Berguedà, siendo este por su cercanía al pueblo, un lugar muy frecuentado por turistas y excursionistas.

A partir de aquí la ruta se ve mucho más poblada en un ir de venir de gente atraídas por el increíble paisaje, y sitios turísticos que ofrece el lugar. De esta forma llegamos a Hostalet, donde se encuentra el primer núcleo urbano que vemos desde que dejamos Gósol. Tras para unos breves instantes en la Fuente Nostra, seguimos la pista que llevamos paralela al río.

Al poco desembocamos en la carretera asfaltada que se dirige a Bagá, Nuestro destino y final de esta segunda etapa.

 Comida y alojamiento 

En esta ocasión para dormir y comer lo hicimos en el Camping Bastareny, lugar que no recomiendo para nada, a nadie. En mis 57 años de vida, de los que más de 35 los he dedicado a viajar y practicar todo tipo de deportes, me ha pasado de todo.

Mi filosofía, tras vivir centenares de experiencias y transmitirlas por diferentes medios, entre ellos, las redes sociales, JAMÁS, NUNCA, POR RESPETO Y ÉTICA he publicado despectivamente alguna situación que no me haya gustado, ya que mi lema es: “Lo Bueno lo comparto y lo malo me lo callo”. Hoy voy a hacer una excepción, sobre todo por remordimientos de conciencia, porque si esto me lo callo, doy pie a que otras personas sufran la misma experiencia que nosotros sufrimos. Nada más llegar al Camping después de haberlo reservado meses atrás, nos recibió la dueña o persona encargada del camping tratándonos de una forma ofensiva, empleando un carácter autoritario que nos dejó descolocados.
Llegamos con mucha educación y no dimos pie a crear situaciones que crearan malentendidos. Obviamente tras reaccionar a una situación tensa que no esperábamos, tuvimos unas palabras con ella, sobre todo poniendo en su sitio los primeros conceptos de lo que significa tener buena educación. No volvimos a tener una sola palabra con ella, pagamos religiosamente la factura, porque no queríamos acalorar la discusión y sobre todo, porque no teníamos tiempo de buscar otro lugar para alojarnos.
Muy cansados y sin ánimo de nada hicimos uso del Bungalow contratado, que dicho sea de paso estaba sucio y mal equipado. A la mañana siguiente nos levantamos temprano, llevándonos la desagradable sorpresa de encontrar el agua cortada, no encontramos la llave que daba paso a la conducción de agua sanitaria y tuvimos que macharnos con una descomunal impotencia y muy sorprendidos de cómo nos habían tratado. Como dije antes, nunca hago malas críticas de los sitios en los que estoy, pero al escribir esta publicación, ha venido a mi memoria esta mala experiencia y creo de justicia advertir a otras personas de lo vivido.

 En Bagá y sus alrededores existen múltiples servicios para cubrir vuestras necesidades.

En esta web podéis consultar:https://turismebaga.com/?lang=es 

 Más información: granembolao@gmail.com