Travesía en grupo a finales de Junio de 2010
En esta aventura, vamos a adentrarnos por las estribaciones montañosas más sugerentes de esta comarca. Se trata de una zona donde se encuentra asentado el embalse de Quéntar, paralelo a la carretera que lleva al paso de montaña que une la comarca de Guadix con Tocón y la Vega de Granada. Nos acercaremos al embalse por su cola, donde confluye y desemboca el río de Aguas blancas, uno de los ríos más nostálgicos, recordado por los más viejos granadinos, al estar muy ligado a la desaparecida Fábrica de Papel de Blanqueo.
El Embalse de Quéntar se encuentra situado entre El Cerro de los Bermejales y El Cerro del Castillejo. Fue construido entre 1971 y 1975 inaugurándose supresa el 11 de Mayo de 1976. El embalse pertenece a la Confederación de Aguas del Guadalquivir, teniendo una superficie de 41,63 Has y una capacidad de 13,6 Hm3. También tiene como finalidad principal el abastecimiento de agua para la ciudad de Granada, el riego y la producción eléctrica. Su construcción ha eliminado las constantes riadas que desde hace años han venido inundando los terrenos y huertas aledañas al río. Se pueden practicar deportes de remo, baño y pesca, en un entorno de una belleza excepcional provocado por las dos sierras que lo encajonan. El Embalse de Quéntar tiene también unas zonas de recreo a las que se puede acceder por la carretera del Tocón o por la carretera de la presa Es una zona habilitada con césped y una fuente de piedra.
Duración: 2,5 a 3 Horas Aproximadamente.
Dificultad: Baja.
Trayecto: Circular.
Recomendaciones: Esta ruta es recomendable realizarla a finales de primavera. En verano, a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde a causa del fuerte calor. Llevar abundante agua y protección solar. Preparar cámara de fotos para inmortalizar los lugares que aquí se encuentran. No molestar a la fauna y ser respetuosos con el entorno. Consultar a Medio Ambiente o Confederación de Aguas del Guadalquivir que embalses son aptos para la navegación en Kayak y cuales están prohibidos. Pedir información de los embalses infectados por especies invasoras, tales como los “Mejillones Tigre”. En caso de invasión no navegar en ellos.
Llegamos a la altura de la desembocadura del Río Aguas Blancas al Embalse de Quéntar. Justamente en el kilómetro 13 de la carretera comarcal GR- 3201, donde dejamos el vehículo.
Preparamos el equipo y las embarcaciones en la misma carretera, ya que no hay espacio suficiente en el cauce del río para realizar las preparaciones.
Nos dirigimos hacia el cauce del río, lugar donde iniciaremos la navegación. Para esto tomamos una vereda cubierta por la vegetación que baja a nuestra derecha.
Embarcamos en la Orilla del Río Aguas Blancas entre una maraña de broza y arboles casi sumergidos.
Salimos al descubierto por unos instantes, pero pronto alcanzamos una zona boscosa, con matorrales y mucha maleza cubiertas por el agua, que con mucho esfuerzo tuvimos que sortear.
Por fin salimos de esta trampa natural.
El paisaje que tenemos ante nosotros es de una belleza espectacular. Ver el rio encajonado entre pinares es un regalo para la vista.
Poco a poco nos vamos acercando a la cabecera. A cada recodo se nos abren unas imágenes difíciles de olvidar.
Hemos llegado a la presa del embalse. Es de Bóveda de doble curvatura, tiene una altura sobre el cauce de 106 m. Cuando el embalse está bajo de nivel las vistas que presentan son impresionantes cuando miras al vacío. En este lugar observamos que la presa se encuentra asentada en el cerro de los Bermejales y el cerro del Castillejo, donde se puede observar en su cima a una estatua que evoca la especie más destacada de nuestras sierras, la Cabra Montés.
Torre de Control de la presa.
Cambiamos de rumbo, esta vez hacia el Este, pasando frente a la Cueva de las Palomas. Tenemos pensado visitarla antes de abandonar la zona.
Nos dirigimos al Barranco de “Tintín” por donde transcurre uno de los principales arroyos que aportan agua al embalse.
En este lugar las aguas se encuentran claras y apacibles y es posible ver pequeñas especies de Truchas Arcoíris.
Llegamos a la desembocadura del arroyo en el Barranco de “Tintín” Se trata de un lugar cerrado, encajonado y oculto por la maleza que deja asomar un torrente de agua limpia y cristalina.
El Puntal de la Morena, es uno de los picos que bordean el embalse de Quéntar. En una de sus faldas, nos encontramos la Cueva de las Palomas, a la que nos dirigimos cambiando el rumbo.
Nos adentramos por la cueva para realizar una exploración. Vemos al momento que se trata de una caverna inundada casi en su totalidad.
Como vemos que es un lugar resguardado y fresco, que ofrece una agradable sombra, descansamos un rato para bebernos una merecida cerveza.
Salimos de la caverna para dirigirnos a la cola del embalse. Al pasar un recodo, vemos que el embalse posee un nuevo brazo de agua que proviene del Este.
Se trata de otra cola del embalse provocada por el Río Padules ofreciendo de nuevo unas vistas de barrancos espectaculares.
Nos adentramos por el rio maravillándonos una vez más cuando observamos un juego de luz y sombras provocadas por el atardecer.
Llegamos a la desembocadura del Rio Padules. Este rio nace en la confluencia de las aguas recogidas del Barranco de Soria y el Barranco de los Tejos, provenientes del Parque Natural de sierra Nevada. Es afluente del Río Aguas Blancas desembocando en este mismo lugar.
El tiempo apremia y decidimos dar la vuelta para dirigirnos de nuevo a la cola del embalse y terminar nuestra aventura.
Afortunadamente los paisajes a nuestro regreso no son los mismos, por lo que tenemos un nuevo aliciente para continuar, sumidos en la admiración por este lugar.
Un poco antes de llegar a la gran maraña de vegetación que corta el paso al lugar donde habíamos embarcado, encontramos a nuestra izquierda esta pista de tierra proveniente de la carretera. Es un lugar ideal para desembarcar. Nuestro vehículo queda muy cerca por lo que decidimos ir a pie para regresar más tarde con él para recoger nuestro equipo. En embolados futuros, ya sabemos dónde embarcar evitando así pasa entre la vegetación.
En los alrededores del embalse existen varios restaurantes donde poder comer. Aconsejo el Bar Los Prados, una empresa familiar donde ofrecen amabilidad y una exquisita cocina casera tradicional. Entre sus platos podéis elegir las populares “migas de pan”, las “papas a lo pobre”, “gazpacho granaino”, “choto al ajillo” “Carne en salsa” etc... Su gran especialidad es la Trucha, recogida en la misma piscifactoría que se encuentra junto al embalse. Todo a buen precio con productos de gran calidad.
Bar Los arcos.
Carretera del Pantano s/n (Quéntar). Granada
Teléfono: 619673136
Este artículo es solo un resumen. Para más información: granembolao@gmail.com
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