Hola a todos. He creado este blog, con la intención de que exista un lugar en la red, abierto para compartir experiencias, proyectos e ideas. Me considero una persona jovial, amante de nuestro planeta, viajero, soñador y apasionado de nuestro entorno. Me gusta viajar, realizar deportes en contacto con nuestro medio natural, para disfrutar con familia y amigos de largas jornadas de entretenimiento. Todo para aprender. Quiero con esto invitar a que se acomoden en el diván de la tertulia, y comunicar aquello que os entusiasme y os ayude a soñar. A partir de aquí, tenemos mucho que hablar.

“La Tierra y el cielo, bosques y campos, lagos y ríos, las montañas y el
mar son excelentes escuelas que nos enseñan muchísimas cosas que no se pueden
aprender en los libros”.

John Lubbock


martes, 13 de septiembre de 2011






Ruta de los Almorávides y Almohades II


Benalauría - Benadalid - Atajate - Alcalá de los Gazules - Medina Sidonia - Cádiz - El Puerto de Santa María - Jerez de la Frontera - Arcos de la Frontera-



Benalauría


A principios del siglo VIII, cuando las tribus beréberes (Hawwara, Maggila, Saddina, Nafza) se asientan en este valle, jalonando las laderas con una serie de qurà o aldeas que llevan el nombre de sus linajes. Uno de estos, los Banu-l-Hawria, dieron nombre a este pueblo. Estos pobladores se establecen a media ladera, dedicándose principalmente a la agricultura y al pastoreo, algo común en todas las sierras mediterráneas. Tras la conquista cristiana, en 1485, los pobladores permanecen bajo la jurisdicción señorial de los condes de Feria, hecho que no cambia la forma de vida de sus gentes. La revuelta de los mudéjares en 1501 afectó sobremanera Sierra Bermeja que mermó su población considerablemente hasta casi desaparecer. La expulsión definitiva de éstos se realiza tras las revueltas de 1570, con la práctica desaparición de la antigua población. Benalauría junto con Benadalid, posteriormente fue repoblada con gentes del Valle del Guadalquivir y Sierra Morena, estando sujeta a jurisdicción señorial, con las casas de Alcalá y, finalmente, de Medinaceli.



Vista general de Benalauría, que como el vecino Algatocín, se situa a media ladera entre una frondosa vegetación conpuesta por encinares, almendros y olivos.


El Ayuntamiento y el Pósito, en vías de reformas son los edificios más emblemáticos de Benalauría.


La Plaza de Teniente Viñas es el centro del pueblo donde encontramos la Casa Consistorial y la Bibioteca Municipal.

Para encontrar la Iglesia de Santo Domingo, mejor preguntar a la gente del pueblo antes de dar mil vueltas por el laberinto de calles.


En el Barrio Alto encontramos el Museo Etnográfico "La Molienda". Se encuentra en una antigua almazara del siglo XVIII , teniendo en buen estado de conservación las instalaciones y utensilios para la elaboración del aceite.


Benadalid

Su fundación se debe a la tribu beréber Banu Jalid, de la que se derivó el Ben-Addalid - hijos de Jalid que daría origen al nombre actual del pueblo, y que durante mucho tiempo fue capital de la comarca conocida con el nombre de Ta Kurunn, y que formó parte del territorio ocupado por el caudillo Omar Ben Hafsun, quién sublevó a los muladíes en la serranía y otras zonas del califato de Córdoba. Posteriormente formó parte del reino de Málaga y de Sevilla, estando en poder de los merinitas gracias al tratado convenido en el año 1286, donde pasó a manos del rey de Granada, con los castillos de Ronda, Setenil y Estepona. La fortaleza y por consiguiente la villa, fueron conquistadas por el marqués de Cádiz que se posesionó de ellas en nombre de los Reyes Católicos en el año 1485. Entre 1492 y 1570 se produce la expulsión de los moriscos y la destrucción de edificios públicos y finalmente en 1494 las villas de Benadalid y Benalauría son concedidas al Segundo Conde de Feria.



Vista general de Benadalid.


Encontramos el castillo de traza militar, que quedó a partir del siglo XIX para albergar el cementerio del pueblo.


Otra imagen de la configuración laberíntica de estos pueblo ubicados en las laderas de las montañas.

La Iglesia de San Isidro, construida en el siglo XVIII es de traza barroca.


Junto a la iglesia encontramos el Ayuntamiento en la plaza más céntrica del pueblo. Es tambien punto de información de la ruta andalusí.



En estos recónditos lugares, en estos olvidados pueblos, todavía podemos encontrar casonas de un claro cartel medieval.


Todos guardan la misma esencia, donde la historia la podemos vivir en el mismo momento que los visitamos.



Atajate



En el cerro del Cuervo, llamado también en otra época, “ Cerro del Castillo”, se ubicaban los primeros vestigios de la villa, de los que todavía se pueden apreciar los restos de su antigua iglesia formando parte del cementerio. Gracias a su estratégica posición, Atajate cobró importancia dentro del conjunto de poblaciones fronterizas entre nazaríes y cristianos desde el siglo XIII al XV. Por esto, se cree que en la época musulmana debieron producirse por esta zona hechos de verdadera importancia, sobre todo a la hora de apoderarse del lugar por las ventajas de su situación. La torre conocida como Santa Cruz, que se encuentra sobre el monte del mismo nombre, puede ser una evidencia de la existencia de un castillo equidistante de los castillos de Benadalid y del que pudo existir aquí, ya que todo indica que estas tres fortificaciones formaron parte de una línea fronteriza que durante la dominación árabe separara los reinos de Sevilla y de Granada. En 1496 pasa a pertenecer al Señorío de Ronda y en 1499 a la corona de Castilla-Aragón.


Vista general de Atajate, en pleno Valle del Genal. Este pueblo ocupa la ladera del Cerro del Cuervo y presenta la típica fisonomía de los pueblos de la serranía de Ronda.



La Iglesia de San José fue reconstruida en 1830en un estilo de traza neoclásica - barroca.


Ayuntamiento de Atajate.


La plaza principal del pueblo, donde encontramos el Ayuntamiento y la mítica Cruz de Piedra construida de piedra caliza.


Alcalá de los Gazules

Según las crónicas, en el siglo XI es citada como fortaleza al – Qalat de la Cora de Siduna. Más tarde, a finales de este siglo, los clanes Yazula o Guzzula denominan a este enclave "Qalat at Yazula", o "Castillo de los Gazules". Fue incluida a la Cora de Algeciras durante la época emiral y califal. Tras la conquista de los ejércitos cristianos, en el año 1250 la ciudad se somete como el resto de las poblaciones de la zona. Sufrió continuos ataques por parte de Abu-Melik, en uno de los cuales se libró la batalla del llano de la Pelea en la que perdió la vida el Infante Fernán González de Aguilar, protector de la ciudad. Tras las sublevaciones mudéjares en 1264 la ciudad es reconquistada por Alfonso X el Sabio, quien es el primero que le da el nombre de "Alcalá de los Gazules", a esta población. Más tarde, en 1444 la ciudad es incluida en los territorios del señorío de los Ribera, señores que posteriormente fueron proclamados Duques de Alcalá de los Gazules y que con el tiempo el título es incorporado a la Casa de Medinaceli.


La Casa consistorial sirve de punto de información turística para toda la comarca.


La Iglesia de San Jorge, fue construida en la primera mitad del siglo XVI en la zona más alta de la ciudad , sobre el solar de una antigua mezquita.



Junto a la Iglesia de San Jorge se encuentra el convento de Santa Clara del siglo XVI - XVII, que actualmente es convento de clausura.

Del Castillo solo queda un torreón, ya que el conjunto fue destruido durante la Guerra de la Independencia.



Parque Natural de Los Alcornocales



El Parque Natural de los Alcornocales lo encontramos al este de la provincia de Cádiz y al oeste de la de Málaga. Cubre una superficie de 170.025 ha y se caracteriza por albergar el bosque Mediterráneo más extenso de Europa dando lugar a una variedad de aspectos climáticos. En el parque, se puede observar una gran variedad de especies animal y vegetal. Los Alcornocales está enclavado en un lugar estratégico, su posición geográfica es uno de los aspectos que más han marcado los avatares de su patrimonio, tanto de carácter natural, como cultural. Muchos de los pueblos que hoy integran el Parque Natural alcanzaron su apogeo durante el reinado nazarí, cuando constituían la línea fronteriza occidental del Reino de Granada. Todavía hoy conservan muchos rasgos andalusíes en sus cascos históricos, típicos de pueblo blanco serrano. Jimena de la Frontera, Castellar de la Frontera o Medina Sidonia son magníficos ejemplos de ello.



Casi la totalidad de su territorio pertenece a masas forestales de bosque autóctono con muchos aprovechamientos diferentes: forestal, ganadero, cinegético, recolectas de setas, brezos..., aunque lo más destacable es su producción de corcho.


Su variedad paisajística, de fauna y su vegetación es de tipo mediterráneo.


Las lluvias anuales que superan practicamente los 800 L/m2 , llegando en determinadas zonas a más de 1400 gracias a los frentes oceánicos que lo barren de oeste a este durante los meses de otoño, invierno y primavera. Esto hace que el parque sea la zona más lluviosa de España.

Medina Sidonia


“Siduna” es llamada por lo árabes a Sidonia tras la ocupación de Musa en el año 711. Los primeros asentamientos árabes los realizaron yemeníes y palestinos, y fue considerada como capital de estos territorios hasta la creación del Califato por los omeyas, los cuales le otorgaron el título de ciudad convirtiéndose así en medina y capital de la Cora de los territorios adscritos. En el siglo XI Medina Sidonia es incluida en los feudos de Taifas de Arcos y más tarde al reino de Sevilla, hasta la ocupación de los almorávides, que le otorgan el nombre de Madinat Abu Salim. Durante estos últimos periodos la ciudad dejó su esplendor hasta mediados del siglo XIII. Como otras ciudades y territorios se somete a Sevilla y participa en las sublevaciones mudéjares hasta que en 1264 es reconquistada definitivamente por los ejércitos cristianos de Fernando X. Tras la reconquista, distintas órdenes militares, como las de Santa María o Santiago, tuvieron su sede en la ciudad bajo el dominio cristiano. En el siglo XV pasó a formar parte del ducado de Medina Sidonia; ciudad por privilegio de Enrique IV en 1482, tuvo muchos dueños y señores hasta su definitiva emancipación tras las Cortes de Cádiz.



Plaza principal de Medina Sidonia. Al fondo de la imagen podemos ver el Ayuntamiento construido en el siglo XVI.




Convento de San Cristobal, conocido popularmente como "Monjas de Abajo". En la esquina de la fachada, un cartel nos indica el obrador de pastelería que podemos encontrar en el convento. Sus dulces son de excelent calidad.

La Iglesia de la Victoria fue incendiada en 1873 y reconstruida dos años más tarde para los habitantes de la ciudad.


El Arco de la Pastora, de herradura y su escalinata es una de las antiguas entradas a la ciudad en época musulmana datada en els iglo X.




"Vamos al mar y se seca". Encontramos en pleno proceso de restauración las conducciones hidráulicas del siglo I d. C.



Desde el pueblo se puede ver a lo lejos las ruinas del Castillo y Alcázar de los siglos XII y XV. Se encuentra en lo más elevado del cerro.



Cádiz

En época musulmán Cádiz no es una ciudad importante; más bien era un pequeño enclave pesquero conocido con el nombre de “Yazira” o (la isla), o Jezira Kadis Gades o Calis. Otras fuentes sin embargo citan la construcción de una flota en el año 772 mandada por Abderramán, lo que daría gran importancia a Cádiz. De una forma u otra, sí se tiene constancia de que la ciudad, importante o no, estaba expuesta a los ataques constantes de otros enemigos, como demuestra la incursión producida en el año 844 de tropas normandas. Con la implantación de la flota almorávide que controlaba el Atlántico, estos deciden unirse a la cusa almohade y Cádiz se convierte en la primera ciudad andalusí añadida al imperio marroquí. Más tarde, queda casi despoblado, por lo que entre 1260 y 1262 Alfonso X el Sabio, ordena la repoblación de la localidad con gente proveniente de las montañas de Santander tras la dominación absoluta del puerto de Cádiz.



La Puerta de Tierra del siglo XVIII es una de las partes pertenecientes a las murallas que rodeaban la ciudad.



Al entrar en el casco viejo encontramos el muelle con gran cantidad de buques.



El Ayuntamiento de Cádiz ha sido construido sobre los cimientos de antiguas Casas Consistoriales, es sin duda el edificio que mejor refleja el estilo de la ciudad en su momento de mayor esplendor histórico y artístico.

La Catedral de Cádiz es sede episcopal de la díosesis de Cádiz y Ceuta en España. Se empezó a Construir en 1722 y no se terminó hasta el 28 de Noviembre de 1838. Recibe el nombre de "Santa Cruz sobre el Mar", aunque los gaditanos la denominan como La Catedral Nueva.



La Plaza de Cádiz o de Mina, donde se encuentra el Museo de Cádiz.


El Gran Teatro Falla de Cádiz construido entre los años 1884, 1486, y tras paralizaarse los trabajos, finalmente en 1905.



El Monumento a las Cortes se construyó en conmemoración de la constitución de 1812.



Los Jardines de Varela es un lugar de paz en medio de la ciudad. Existen senderos de tierra, separados por hileras de palmeras y otros árboles. A lo largo del paseo encontramos numerosos bancos resguardados bajo la sombra de las palmeras, lo que convierten a este sitio un oasis para el descanso.


El Puerto de Santa María


“Al – qanatir”, Alcantif o Amaria Alcanter (puerto de las salinas) o “los Puentes frente a la isla de Cádiz”, según algunas fuentes era llamada a esta localidad por los primeros pobladores musulmanes. En el año 711, los cristianos y musulmanes tuvieron una gran batalla a orillas del Guadalete, que propició el asentamiento árabe en este territorio y que duró hasta que fue reconquistada en el año 1260 por Alfonso X, quien la nombra como Santa María del Puerto después de la aparición de la Virgen, según queda recogida en una de las “Cantigas del rey”. En el Siglo XIV la casa ducal de Medinaceli consigue la ciudad y hace que ésta alcance su máximo esplendor escribiendo las páginas doradas de su historia, gracias a Cristóbal Colón el cual, vivió en estas tierras mientras buscaba financiación para su viaje a las indias. Tras el descubrimiento de América el Puerto de Santa María fue un lugar de encuentro para navieros, mercantiles y grandes mercaderes.


Monolito informativo de El Puerto de Santamaría.



Nos alojamos en el hotel Gazpacho. No es de cuatro estrellas, pero el buen trato, la limpieza y sobre todo, el precio hace que sea una de las mejores opciones para pasar la noche.



El Castillo de San Marcos es una iglesia – fortaleza de un alto valor histórico y artístico, construida entre los años 1268 – 1272.



En esta localidad también vemos distribuidas muchas casas solariegas que guardan el encanto propio del tiempo pasado, con rudas fachadas de piedra y escudos nobiliarios que muestran la identidad de sus antiguos moradores.



Casa Solariega perteneciente a los Duques de Medinaceli, actualmente convertida en una añeja taberna.


El Puerto pesquero, junto a las bodegas son los mayores recursos de la ciudad, gracias a la producción de su flota pesquera y al afamado vino que dan sus uvas. En el Puerto tambien podemos disfrutar del "Vaporcito", un entrañable barco de recreo que hacen las delicias del visitante con interesantes travesías.



La Ribera del Marisco es la calle más popular donde se puede saborear el marisco y pescado fresco, servido con primor por los restaurantes Romerijo en los famosos “Cartuchitos de papel”.



En el puerto podemos encontrar la Fuente de Las Galeras construida en el año 1735 por Bartolomé Mendiola.


Jerez de la Frontera


En el año 711 al 1264, durante este periodo de ocupación musulmán, la llamaron Scherisch. Cobró gran esplendor durante los siglos XII y XIII, viviendo una gran etapa de crecimiento y desarrollo que propició la construcción de un complejo defensivo para proteger su condición fronteriza. En 1248, con la conquista de Sevilla por Fernando III El Santo, la ciudad quedó a merced de los castellanos. Tras la revuelta de los mudéjares, en 1264, Alfonso X El Sabio, incorporó definitivamente la ciudad y su reino al de Sevilla, llamándose la villa Xeres o Xerez, añadiendo de la Frontera, al lindar su territorio con el del reino de Granada. Es a partir de aquí, cuando Jerez empieza su expansión, gracias a la conquista de Granada, el descubrimiento de América y la creación de todas las bodegas de la ciudad, haciéndose la más prospera de todo el Al – Ándalus.


La Calle Larga es la más popular de la ciudad, donde se encuentran los comercios con productos de moda actual, es también puerta de entrada al casco viejo e histórico.



El Ayuntamiento de Jerez es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad.


Adjunto a él se encuentra el Cabildo viejo municipal, el cual fue esculpido en el año 1575. La obra es una verdadera joya ornamental, gracias a su fachada recubierta de relieves y su galería porticada sobre columnas.


Vista general de la Catedral. Ésta se construyó entre los siglos XVII y XVIII sobre la mezquita aljama. Su estructura es gótica tratada con elementos de influencias barrocas.



En pleno centro es fácil encontrar las tabernas asociadas a las más conocidas bodegas de jerez. Estas son sucursales que ofertan los vinos con más solera. Vinos que en definitiva han dado el prestigio mundial a sus cosechadores.


A las puertas del barrio gitano, encontramos la Iglesia de San Miguel; un templo gótico, que anteriormente era una ermita conocida con el nombre de “La Paz”. Con el tiempo se fueron instalando a su alrededor numerosas familias gitanas creándose el barrio que hoy se conoce.



El edificio de Correos de Jerez es uno de los más céntricos y conocidos de la ciudad.



La Plaza del Arenal en pleno centro de la ciudad es una de las más populares.


La Iglesia de San Francisco, es una de las parroquias más visitadas por albergar el Sagrado Corazón de Jesús.


El Alcázar de Jerez



“al – Qasr”. Así denominaban los musulmanes a las fortalezas donde se encontraba la sede del poder político – militar que gobernaba la ciudad y sus territorios. Por esto el Alcázar de Jerez de la Frontera, es uno de los monumentos más importantes de la ciudad. La podemos encontrar en un conjunto amurallado compuesto por torres y puertas construidas estratégicamente para su defensa. Se construyó en el siglo XII, quedando para la posteridad como una de las obras cumbres de la arquitectura almohade de nuestro país.


El Alcázar se encuentra ubicado muy cerca de la catedral, dominando un recinto ajardinado de notable belleza. En la foto observamos la puerta principal que da acceso a la fortificación.

Tras pasar la puerta de entrada encontramos una puerta de herradura de doble recodo. Esta forma de construcción es característica del emplazamiento altamente defensivo de los almohades.



Patio de armas del Alcázar donde encontramos el Palacio de Villavicencio.



Alfonso X convirtió el mihrab como altar tratando de convertir el edificio para el culto cristiano, pasando a ser Santa María la Real.


El mundo árabe es proveniente de territorios áridos o desérticos, por lo que el agua es un bien preciado para ellos.




Es por esto la construcción de albercas y fuentes en sus jardines representando el agua como un verdadero tesoro. Esta valoración del agua, origen de la vida, también se ve claramente representada en el Corán.

En la edad media la España cristiana no se planteaba tener algún tipo de higiene, sin embargo, los musulmanes contaba con muchísimos baños públicos repartidos por todo el territorio de Al – Ándalus. Los baños no solo servían para la higiene personal, también era el sitio idóneo para relacionarse socialmente.



Los baños estaban compuestos por tres estancias, donde se van sumergiendo paulatinamente en varias temperaturas cada vez más elevadas conforme se van adentrando en cada una de ellas.



En el palacio de Villavicencio podemos visitar una antigua farmacia municipal del siglo XIX.


Arcos de la Frontera


“Arkus” o Medina Ar-kosch, como conocían los musulmanes a este enclave, probablemente fue una fortaleza sobre el río Guadalete. En el año 711 al 715, periodo del emirato independiente de Damasco fue una de las provincias incluidasA finales del siglo a la Cora de Siduna. A finales del siglo IX Arcos se subleva contra el Califato y es destruido por el emir Abd Allah. Tras la disgregación del Califato en el siglo XI, se declara independiente alejándose de la influencia de córdoba, convirtiéndose en un reino de taifa controlado por una familia de origen bereber. Más tarde, en el año 1068 pasa al reino de Sevilla a ser conquistada por el soberano al – Mutadid. De esta forma, Arcos pasa al poder Almorávide sirviendo de puente entre las tropas y los campos de batalla. En el siglo XIII tras la conquista de Jeréz, se somete a los castellanos hasta que después de las sublevaciones mudéjares es conquistada definitivamente en el año 1264.


En la Plaza del Cabildo encontramos el Ayuntamiento. Tras éste, el Castillo de Arcos se levanta majestuoso en el punto más elevado de la ciudad inundado de leyendas y misticismo.



La Iglesia de Santa María de la Asunción, está construida sobre el solar de de la mezquita aljama y constituye el monumento más importante de Arcos.



Su influencia gótica se expresa en todo su esplendor con impresionantes labrados en piedra y bellas obras de arte en su interior.



Una de las estrechas calles laterales de la Iglesia de la Asunción.



Puerta de entrada a la Casa del Cabildo.


Puerta de entrada al Castillo.


El Palacio del Águila es un antiguo palacio del valenciano Conde de Águilas, fácilmente reconocible, gracias a su impresionante fachada gótico – mudéjar del siglo XV.



La calle correderas da paso a la estrecha y conocida calle belén donde encontraremos los palacetes y casas solariegas.


Antes de penetrar por el laberinto de calles encontramos el antiguo Hospital de San Juan de Dios.

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