“Son múltiples las pasiones del ser humano. En mi caso acercarme a la naturaleza, salvaje y bella, ya sea el mar, la montaña, desiertos o selvas, picos escarpados o profundos lagos, hace sentirme libre, grande y fuerte. Hace que me transmute en una pieza de ella. Por esto es mi pasión, la inquietud que despertó un día en mí, el bueno de mi amigo Antonio”.
A causa de este despertar he viajado por la mayoría de los parques Nacionales o Naturales de nuestra geografía, y sin menospreciar a ningún otro lugar, la sierra de Cazorla, Segura y las villas, es uno de esos lugares preferidos para disfrutar de la naturaleza. Sin duda alguna, estos parajes son el manifiesto de unos territorios boscosos y solitarios, donde el visitante puede gozar de unos espectaculares paisajes, cuna de dos importantes ríos, el Guadalquivir y el Segura. Fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO el 30 de junio de 1983. Más tarde, por el decreto 10/1986 del 5 de Febrero se declaró también Parque natural y en Octubre de 1988 Zona de Especial Protección de la aves (ZEPA). Esta gran extensión de tierra, (en total 214.330 Ha) se caracteriza por su clima continental; dando lugar a inviernos muy fríos y en algunas zonas de las sierras, a abundantes lluvias e intensas nevadas. El Parque esta situado en la provincia de Jaén, limitando por el nordeste con la Sierra de Alcaraz en Albacete y al Sudoeste con la Sierra de Castril en Granada). Existen muchas rutas de acceso al Parque. La vía principal se encuentra en la autovía Madrid – Cádiz (N-IV), desde este punto podemos entrar en el por Ubeda (A- 314), Peal del Becerro (A- 319) y Cazorla 315); Para acceder por la Sierra de Segura Baza, desde donde se enlaza con la Comarcal C- 323 y hay que llegar por Torreperogil a Villacarrillo, villa Nueva del Arzobispo y Puente Genave. (N- 322). Para los que vienen del levante lo mejor es entrar por la N -342 hasta las proximidades de Baza, desde donde se toma la Comarcal C- 323 y C- 330 que lleva hasta Pozo Alcón. Esta misma carretera puede tomarse si se procede de Granada o Almería.
Su historia
La posición estratégica de esta gran muralla natural ha sido puente entre el levante y el valle del Guadalquivir, y entre Granada y Almería con Sierra Morena. Esto ha propiciado que diferentes civilizaciones y grupos humanos hayan estado presentes en estas tierras. En la edad prehistórica, los diferentes asentamientos humanos vivían en contacto directo de los recursos naturales que ofrecían estas montañas. Estas claras pruebas del paso de estos pobladores las podemos encontrar en los valles de los ríos Guadalquivir, Guadiana Menor, Guadalimar y Segura, los cuales sirvieron de corredores naturales. Según los restos arqueológicos encontrados en algunos yacimientos hablan de actividades relacionadas con la caza y la pesca, principal recurso de supervivencia gracias a la cantidad de grandes mamíferos, (ciervos muflones, etc. ), que pasaban por estos corredores naturales.Más tarde la cultura ibérica cobró protagonismo en la zona. Esto lo demuestran los restos encontrados en Los Hinojales y Peal del Becerro, donde en esta última pedanía, se encontraron la cámara sepulcral de Toya y el ajuar de de unos restos incinerados de un difunto de alta posición social relacionada con altos gobernantes. En Hinojales, también se encontraron los restos de una necrópolis y un poblado que al parecer fue importante en aquella época.En la Edad Media, concretamente en los reinados musulmanes, esta parte de la historia ha configurado la comarca y los pueblos que se encuentran dentro del parque. Las crónicas hablan de la presencia musulmana desde el siglo IX gracias a la gran actividad comercial de Quesada. Dos siglos más tarde, Segura de la Sierra se convierte en una fortaleza inexpugnable conocida en todo el Al – Andalus. Pero no solo esta fortaleza defienden los territorios ocupados; cobra también gran importancia la Fortaleza el de las Cuatro Esquinas en Cazorla, (con una interesante y enigmática torre octogonal), a la que no hay que confundir con el Castillo de la Yedra en la misma localidad, ya que esta ultima construcción fue erigida por los Cristianos. La fortaleza de la Iruela , ocupada posterior mente por los templarios y la de Tiscar en quesada, también cobraron su importancia durante la ocupación musulmana.La conquista de estos territorios por los cristianos se desarrolló con el Señorío de la Iglesia de Toledo que se encargó de ocupar y repoblar el territorio del alto Guadalquivir, y que correspondían a Cazorla y Las Villas; y El señorío de la Orden de Calatrava que fue el encargado de gestionar el territorio de las Sierras del segura. La economía de estas tierras se basaba principalmente en la ganadería y la madera hasta bien entrados los siglos XV, XVI y XVII. Desde entonces hasta el siglo XIX la comarca ha seguido dedicándose a una economía de subsistencia, quedando aislada del comercio. Esto propició que muchas aldeas quedaran aisladas salpicando el paisaje de pequeñas parcelas agrícolas de cultivos de montaña.Desde la guerra civil hasta principios de la década de los 80, los habitantes serranos inician una constante emigración que deja a los pueblos con poca gente, sobre todo de jóvenes, lo que ha permitido conservar las costumbres más antiguas. La Declaración Reserva de la Biosfera, La del Coto Nacional de Caza, la de Parque Natural y Zona especial de Protección (ZEPA) ha propiciado que la zona sea de gran interés turístico, incrementan así una economía sostenible en la comarca.
En nuestro paseo por Cazorla encontramos unas vistas extraordinarias. Guardando el casco viejo, la Fortaleza de la Yedra, se alza desafiante y majestuosa.
Visita a la Iglesia de San Francisco
El pueblo ofrece muchos lugares de interés y seguimos nuestro paseo por sus laberínticas y estrechas calles.
Gastronomía y artesanía
Como es natural, en esta comarca, la cocina típica es básicamente andaluza con claras influencias de la comida castellano – manchega, gracias a la cercanía con esta región. Por la gran abundancia de ríos, la pesca de especies autóctonas y la proliferación de otras, en las piscifactorías, abren una gran oferta de platos ricos en pescado, siendo la trucha el plato estrella de estos lugares.La serranía también ofrece una amplia gama de platos de caza., como los embutidos derivados del jabalí, el gamo y el ciervo. En carnes, el cordero, calderetas, los guisos de monte , los múltiples asados y los exquisitos tacos de lomo.Las tradiciones culinarias prevalecen hasta nuestros días , teniendo el privilegio de probar recetas centenarias como, los “Talarines” o “andrajos” (finas tortas de harina guisadas con liebre o conejo acompañados de níscalos o “guiscanos”. “El Ajoharina” (compuesto de ajo,harina, pimientos, tomate , pimentón y sal). El “Rin Ran” (Un puré frío de patatas, pimientos secos rojos, aceitunas y bacalao condimentados con comino y otras especias). Las “Pipirranas” (ensaladas compuestas por pepino, tomate, cebolla, pimiento, vinagre, aceite y sal). Los postres tradicionales, como en otros lugares de Andalucía tienen una clara influencia morisca. Destacamos el “Pan de Higo” (una mezcla de higos secos, nueces y almendra picada). Las gachas dulces, que se hacen con harina tostada. El arroz con leche y un largo etc, completa la gran variedad de postres de estas sierras.La artesanía cobra un gran protagonismo en las costumbres sociales de estas gentes, quienes han sabido preservar las ancestrales tradiciones. La producción de alfombras, cerámicas, esteras , muebles artesanales de ebanistería y madera, ofertan una gran variedad de artículos artesanales que llaman el interés del turista. No en vano, es junto a la oferta hotelera, uno de los mayores recursos de la economía sostenible del parque.
Para descansar encontramos algunas tabernas que guardan el sabor rural de antaño. En el bar Victoria, en la plaza donde se encuentra la iglesia de Santa María, podemos degustar unas deliciosas tapas de choto al ajillo.
De los restaurante que proporcionan los platos más tradicionales de estas sierras podemos recomendar Las Yedras y el Mesón Leandro, este último en la Plaza Santa María.ofrecen los mejores guisos, asados a la leña y embutidos propios de carne de caza. Además de exelentes vinos de la tierra y postres caseros artesanales
Su fauna y flora
Existe una gran variedad de fauna que habita el parque. Aunque, desgraciadamente a lo largo del tiempo ha sufrido la desaparición de importantes especies como el lobo, el oso, o el corzo. Muchas otras especies también desaparecieron, (El jabalí , el ciervo el quebranta huesos etc… pero gracias a la declaración de Coto Nacional de Cazorla se han podido introducir las especies extintas. Se han podido contabilizar 38 especies de mamíferos, 7 de anfibios de los que destacan el sapo partero y la salamandra o “Lagarto de las nubes. De las 18 especies de reptiles, también destacan seis de serpientes y una de víbora; otras 7 de peces, una de trucha común, autóctona de los ríos del parque, y la “arcoíris”, introducida desde hace varias décadas. Existen también 140 de aves 27 de rapaces y un gran número de pájaros forestales. Cobran también gran importancia las 42 especies y subespecies de insectos endémicos del Parque Natural, un número muy elevado que se encuentran en una situación delicada a causa de la destrucción de sus hábitats. Por esto se ha creado un plan de preservación que asegure la subsistencia de estas especies.
La vegetación autóctona en el parque se compone con la presencia de bosques de encinas y extensos pinares con varias especies que predominan según la altura donde se encuentren. Pinos larisios o salgareño, pino negral o resinero o el pino carrasco o En los sotobosques existentes encontramos especies tales como: enebros, sabinas rastreras, escaramujos, majuelos, madreselvas y agracejos. Todo esto se completa con matorral compuesto por romero, coscojas , durillos etc.
A 2 Km de Cazorla se encuentra La Iruela (en árabe "Lariola"), En este pueblo encontramos su inexpugnable castillo de origen musulmán, que posteriormente fue ocupado por templarios.
El cauce del rio Vega transcurre por el casco viejo de la villa formando una defensa natural al Castillo de la Yedra.
Rutas por el Parque
Existen multitud de rutas por el parque que nos llevaran a sitios de una belleza extraordinaria, donde despertaran los sentidos de quienes los visiten. Una información clara y bien argumentada la podemos encontrar en el museo del Alto Guadalquivir o en el centros de interpretación del parque “Torre del Vinagre”, Centro de interpretación fluvial “Río Borosa” o bien en los puntos de información que podemos encontrar en los distintos pueblos que componen la comarca.Para haceros llegar algunas de las rutas más recomendables:
El Río Borosa confluye con el Guadalquivir y es uno de los ríos más importantes e impresionantes de la red fluvial del parque. Junto a su cauce serpentea un sendero de extraordinaria belleza por sus aguas bravas y su impresionante paisaje geológico. Este sendero es conocido como "El Sendero del Río Borosa" 
Son varios los espectáculos geológicos que se pueden observar a lo largo del recorrido. Se pueden destacar los pliegues en rocas calizas y los traventinos en el cauce del río. Sobre todo debajo de sus aguas.
Terminamos nuestro itinerario por el río borosa observando otro de los numerosos arroyos que alimenta su caudal
La otra cara de la moneda. Con esta imagen mostramos el devastador incendio que se produjo en el verano de 2006 en la vertiente Oeste del Pantano del tranco.
Estos artículos son solo un resumen. Para más información: granembolao@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario