Cueva del Lobo Marino 

11 de Mayo de 2013 

La Cueva del Lobo Marino o de los Merinos, es una cavidad de origen marino de unos 100 metros de longitud que se encuentra emplazada en los Acantilados de Nerja, que al igual que los de Maro y Cerro Gordo son los últimos reductos del Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama. La formación de esta cavidad es muy diferente a las de origen kárstico, ya que sus galerías están compuestas por formaciones de arenisca y rocas que no estamos acostumbrados a ver en otras cuevas calizas. Las galerías forman un compendio de laberintos que se comunican entre ellas desorientando un poco la exploración. Existen diferentes lagos pequeños de agua salada que se unen entre ellos a través de sifones. La luz que se proyecta en algunos de ellos hace intuir que dan al exterior. Estas circunstancias hacen que las galerías que se encuentran sumergidas sean interesantes para poner en práctica técnicas de espeleobuceo.

Vídeo editado por: el Rincón del Viajero. 

Para acceder a esta cueva se puede hacer de varias formas: Si la temperatura del agua no es muy fría y el mar está en calma, se puede llegar en kayak o a nado. Otra opción es rapelar desde el acantilado para posarse en la boca de la cueva usando la reunión que se encuentra en la parte alta de este acantilado. Esta reunión está instalada con varillas de hierro ancladas con químicos, al ser un suelo blando compuesto por arenisca. Esta última opción se suele utilizar en invierno o cuando el mar se encuentra alterado.

Aprovechando el equipo técnico que llevábamos en una anterior exploración y las pocas ganas de mojarnos, bajamos a la entrada de la cueva reuniéndonos todos juntos para realizar la exploración en grupo. En el fondo de la caverna, a la izquierda se encuentra una estrecha grieta que da acceso a una galería que transcurre entre rocas que dejan entrever el agua.

Con poca luz, es un espectáculo ver el azul intenso del mar unido con el sonido del agua al pasar entre estas rocas. Nos adentramos por un laberinto de galerías unidas entre si que desembocan en un pequeño lago salado. Este se encuentra en total oscuridad, sin embargo sumergiéndonos en él se puede ver una luz azul turquesa proveniente del exterior de una espectacular belleza. El suelo está compuesto solo de arena fina, lo que hace resaltar con claridad alguna que otra especie marina nadando en el fondo.

A la derecha del lago se observa una rampa embarrada y resbaladiza, que con ayuda de unas raíces a modo de cuerda nos ayuda a progresar hasta arriba. Es aquí donde cambia el aspecto geológico de la cueva convirtiéndose en un caos de pequeñas piedras sobre el suelo. Se abren varias gateras que nos llevan de nuevo a la entrada de la cueva. Este es otro recorrido interesante de explorar y que dejaremos para otro momento.

Vídeo editado por el Rincón del Viajero

 Participantes 

Trinidad Molinero 

Nieves Martín 

Pablo Valor 

Jesús Molina  (Chechu)

Víctor Calero 

José M. Porcel 

José A. Martín 

Más información: granembolao@gmail